lunes, 20 de diciembre de 2010

Lo inevitable

¿Por qué una vez que la mecha se enciende es imposible apagarla? ¿Por qué si se supone que los polos contrarios se atraen se hacen daño cuando están demasiado juntos? No sé qué hacer, una vez que descifro la contraseña de aquella maquinaria compleja, sin razón ni motivo, su contraseña cambia, quizá la maquina me quiere probar para saber qué tan capaz soy de luchar por una nueva combinación y lo que me extraña es que si me sigue probando llegará un día en el que me rinda de intentar resolver su enigma ¿no se supone que en vez de poner una contraseña y ser resuelta, la maquinaria debe disfrutar de su investigador y otorgarle ese valor único y protegerlo con la fuerza de su armadura, para qué poner una nueva combinación?

...¿Pero qué es la máquina sin su aventurero que lo resuelva?

Acaso no sabe qué puedo ofrecer, el metal es duro, pero cuando se golpea con tanta fuerza, maleable se convierte después de dicha experiencia.

1 comentario:

Moon Mirror dijo...

Me encanta, me encanta cómo escribes, muy intenso.
Pero bueno, con respecto a lo que dices, creo que cuando hay algo que es tan preciado o debe ser resguardado, o tiene gran valor, se deben pasar varios niveles, y todos ellos tienen contraseñas. Yo creo que si sólo fuese una, la emoción o el reto se pierde y pues el chiste es que sigas... Creo que es parte de mantener el encanto de las cosas, que no sean tan fáciles.
Lo malo es que si no logras decifrarlo y el sistema se defiende y te golpea... Entonces ya no es un reto que probablemente quieras seguir. Pero todo depende de tu voluntad y cuántas ganas tengas de llegar al final.
Te quiero mucho!!! =)